miércoles, 18 de junio de 2008

¿Nunca has intentado escribir poesía?
Mola el ponerse a escribir, o mejor dicho intentar escribir algo de una belleza estética que supere la media de lo que leemos a diario. Suelo ser muy exigente en muchos aspectos de mi vida, si bien no me considero un chico ambicioso, y creo que eso me frena a la hora de intentar teclear este cacharro utilizando el intro cada determinado número de sílabas. De todas formas, hay días que te sientes con más ganas, pones música de esas que te levantan el alma, y te pones a pulsar. La paradoja viene cuando pulsas la flecha hacia la izquierda más veces que el resto de las teclas. Por cierto, ¿Cuánto pesa el alma? Según algunos estudios, más que dudosos, creo que vienen a ser unos 21 gramos, la diferencia entre la masa del cuerpo antes de morir y después. Más leyenda urbana que otra cosa, podemos debatir si existe el alma como tal, o se limita a un concepto religioso, que como todo lo que tiene ese adjetivo no goza de mi especial admiración. Una vez un amigo me dijo que no creía en Dios. Y que en el caso de existir negaría dicha existencia, y es que no podría juzgarle (a mi amigo) de forma dictatorial por el simple hecho de negarle, cuando personas que si han hecho mal se suponen que van al cielo. El no quería un Dios así, y argumentaba que si existiera no permitiria las cosas que suceden hoy en día. Yo hasta día de hoy dudo, no tengo evidencias de ninguna de las posturas, con lo cuál no puedo categorizar algo de lo que no existen pruebas. Pero ese no es el tema, íbamos por la poesía y acabamos en religión, así que lo mejor es que os recomiende a Julia de Burgos y deje de decir tonterías.

No hay comentarios: